El cerebro humano, Esa máquina compleja encargada de sentir. Con un pilar central llamado personalidad. Creando destellos de sentimentalidad, para generar con cada decisión que tomamos algo de estabilidad. Sin poder evitar apagarse a la hora de morir y existir en algo que va más allá.

Congelarse en un abrazo, o no volver a creer al corazón ignorar el goteo de cariño que brota de un amigo o reir y llorar cuando no es de verdad. Significa caminar Significa saber y querer cruzar significa acabar al otro lado llegar al borde sin haber amado.

Reflejo, ¿Es ella esa luz que rebota hacia su pupila? Tal vez se exhiba la alternativa a sus espaldas Mientras reflexiona sobre el sentido de la vida ¿Quién está a sus espaldas? ¿Eres tú? ¿O soy yo expresando mi inestabilidad?

El amor, tan simple y tan complejo, contra más te acercas, más me alejo. Nos gritamos, nos dañamos, damos miedo. Las palabras se nos enredan, se entrelazan, nos abrazan pero nos rompen. Nos parten en mil pedazos y no nos recomponen. Los caminos se separan, ya no hay vuelta atrás. Hasta siempre amor, no nos sentiremos más.

Aquí donde las cuatro paredes no existen Donde el miedo se desvanece Y no te sientes triste Donde el concepto pensar campa a su libre albedrío Y la nieve se derrite, ya no hay frío. Dónde las ataduras se desatan Ya no te asfixian, no te matan, Aquí donde los problemas abandonan su miedo y en su último aliento se los lleva el río.

Vemos claro, aquello que recordamos Fue, es y será, pero ¿y si vamos más allá? Antes del fue y después del será En lo previo, ignoramos En lo posterior, explotamos de sabiduría Gracias a lo que la vida ha sido capaz de enseñarnos Siendo conscientes de que hemos sido felices y de que sobre todo nos amamos.

Enfrentarse a lo que te rodea algo muy asumido. Cerrando el paraguas, la oscuridad se convierte en luz incluso nuestro cobijo se hace más ameno. A Veces te quemarás y otras te mojarás. Pero cuando tu destino caiga en desgracia solo fijate en su mirada.